Pueblos indígenas en Riberalta reflexionan sobre los impactos del mercurio en su salud

Ante un evidente problema de salud en las comunidades indígenas por la contaminación de la minería del oro en los ríos amazónicos, el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) y el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) convocaron a un taller para analizar los “Impactos del mercurio en la salud” ante un auditorio formado por representantes indígenas y de distintos niveles de gobierno, además de funcionarios de salud.
La contaminación por mercurio en las cuencas de los ríos Beni y Madre de Dios, a raíz de la minería del oro, convocó nuevamente a las autoridades de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO), la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonia de Pando (CIPOAP), el Territorio Indígena Tacana II, el Territorio Indígena Multiétnico II y la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB).
La dimensión del problema de salud es grande y deriva de la dinámica económica permitida en la región. En un estudio realizado el año 2021 por el CEJIS, en coordinación con las autoridades del Territorio Indígena Multiétnico II, 180 balsas dedicadas a la extracción de oro estaban en el río Madre de Dios y, de ellas, 166 balsas (92,3%) trabajaban de forma “totalmente ilegal”. En agosto de 2022, se registraron entre 200 a 250 balsas auríferas, es decir que hubo un incremento aproximado de 70 balsas en relación al 2021.

EN EL TALLER
Oscar Campanini, director del CEDIB, explicó que, a raíz de la evidencia de exámenes laboratoriales, el gobierno ha dado un pequeño paso al volcar su atención hacia la problemática. En meses pasados, promulgó una norma para regular la importación de mercurio y anunció la elaboración de un plan de salud, además de elaborar un estudio en el que no hallaron una presencia de mercurio “fuera de lo normal”.
En el taller, Jesús Olivero, experto en toxicología ambiental de la Universidad de Cartagena de Colombia, explicó que las comunidades de las riberas de los ríos son altamente vulnerables a la toxicidad del metilmercurio porque su alimentación tiene base en el pescado que está contaminado.
Y si bien se puede acudir al sistema de salud para paliar los efectos de la intoxicación, el proceso de recuperación es muy difícil. Más si se considera que se ha encontrado evidencias de que los fetos en el vientre materno pueden desarrollar daños y que la leche materna de una mujer expuesta a mercurio también puede afectar al lactante.
Frente a ese panorama de impacto negativo, Olivero planteó una acción por fuera del sistema de salud: “Lo más efectivo es evitar la contaminación” de la minería del oro.
El director del CEDIB, Oscar Campanini, entregó datos de los estudios realizados en 2021 a muestras de cabello en comunidades de ríos amazónicos.
Sobre la base de que 1 parte por millón (ppm) de mercurio dentro del cuerpo humano es el nivel permisible, Campanini expuso los datos en los que las poblaciones reportan niveles por encima de ese valor, por ejemplo en Asunción del Quiquibey donde todas las personas están por encima del límite permisible e incluso una muestra presenta 27ppm. La situación se pone delicada si se considera que para buena parte de las comunidades amazónicas es imposible sacar el pescado de su dieta.

Roger Carvajal, experto en salud ambiental, explicó que está en elaboración del gobierno el “plan mercurio y salud” pero las señales emitidas hasta ahora no han sido buenas, como cuando el Ministerio de Salud dijo que no existe contaminación por mercurio en los ríos, pero hizo el estudio en agua y no en peces, o cuando el Ministro de Medio Ambiente afirmó que de niño había manipulado mercurio sin consecuencias sin explicar ese elemento no se absorbe por la piel.
El taller “Impactos del mercurio en la salud” se pensó paralelamente a una actividad central con mujeres indígenas que se extendió por dos jornadas. Junto a profesionales de la Universidad de Cartagena, Colombia, y el SELADIS, UMSA-Bolivia, además de médicos del sistema de salud pública, realizaron exámenes médicos y tomaron nuevas muestras biológicas de las mujeres.
“Hemos priorizado a las mujeres porque desafortunadamente esta sustancia toxica daña principalmente y de manera permanente a los niños, y las mujeres están en contacto con ellos”, dijo Campanini.
Los resultados de este estudio servirán para construir un mejor perfil de salud de las poblaciones ribereñas y ubicadas en el área de influencia de la actividad minera del oro.
EN RIESGO
Para el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Miguel Vargas Delgado, el modelo de desarrollo minero en los ríos amazónicos, especialmente en la amazonía norte y en el norte de La Paz, está en la base de toda esta problemática.
«La Ley de Minería y los reglamentos menores están permitiendo que estas actividades pasen de ser ilegales a legalizarse. En este momento en La Paz hay 80 mil mineros demandando que el gobierno permita consolidar su presencia en áreas protegidas. Si lo logran, la minería en territorios indígenas también se va a consolidar”, dijo.
La minería del oro en la Amazonía de Bolivia no solo tiene impacto en la salud de la población, sino que a la larga va a repercutir en su reproducción social y cultural. Actualmente hay comunarios que trabajan en las balsas de oro sin respeto de sus derechos laborales y/o que se incorporan a las cooperativas como socios sin dinero, pero cediendo el ingreso a sus territorios.
“Esto requiere un debate estructural. No podemos continuar con una política minera que privilegie a unos cuantos frente al futuro de las comunidades”, dijo Vargas.
Para el CEJIS, el riesgo de que la explotación minera continúe en las actuales condiciones puede llevar a que las comunidades pierdan varios de sus derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado y fundamentalmente su derecho a la autodeterminación.