Molton Chacay: La Consulta Previa Libre e Informada debe enmarcarse en el ámbito de la Democracia Comunitaria.
CEJIS, 24 sep 2013.- La consulta Previa Libre e Informada es un tema considerado fundamental para los pueblos indígenas, según la propuesta que la Nación Guaraní trabajó durante 4 ó 5 años. Al menos así lo afirmó Milton Chacay, Responsable de Autonomías de la Asamblea del Pueblo Guaraní, APG.
En su exposición, durante el Conversatorio organizado por el CEJIS, sobre Consulta Previa, el dirigente explicó que “la consulta hay que enmarcarla en el ámbito de la democracia comunitaria. Si la ubicamos en este espacio, ahí vamos a ver las grandes diferencias existentes con otras formas que están en el ámbito de la democracia representativa o participativa. Si entendemos que esta consulta previa libre e informada de la que están hablando los pueblos indígenas la ubicamos en el ámbito de la democracia comunitaria, tiene diferencia con el enfoque que le da la propuesta gubernamental, que básicamente se limita a lo informativo”.
“Y es que si nos ubicamos en nuestras experiencias cotidianas de nuestra vida en comunidad, vamos a ver que la práctica de la consulta es algo común. Algo que se desarrolla de manera cotidiana”, aseguró.
“Pero resulta que cuando ya hablamos de la Ley, del imperio de la Ley, si esta práctica que teníamos los pueblos indígenas, la legalizamos o la constitucionalizamos corremos el riesgo que este aspecto de la judicialización de nuestro derecho tenga una tendencia a estatizarse. Y esto tenemos que reflexionarlo; porque si no, estamos esperando que el Estado hable y actúe tal como nosotros lo hacemos cotidianamente en nuestra comunidad”.
Chacay, recordó que La Asamblea del Pueblo Guaraní, en base a la vivencia y experiencia en temas de actividad petrolera, ha elaborado una propuesta propia sobre consulta previa, que contempla 11 puntos irrenunciables.
Para la APG un proceso de consulta no solo debe ser cuando haya un megaproyecto, no es cuando venga una Ley; sino que tiene que ser parte de una cultura de prácticas cotidianas; toda vez que la finalidad de la consulta es obtener el consentimiento. Por lo tanto, las determinaciones asumidas, deben ser vinculantes; es decir, lo que se determina se cumple.
El dirigente Guaraní aconseja: “Si queremos tener una información imparcial, tenemos que desarrollar una instancia técnica que nos permita tener información. Lo que ahora pasa es que las empresas tienen la hegemonía de la información. El Estado también tiene hegemonía de la información, pero además la desarrolla porque tiene posibilidad. Mientras que los pueblos indígenas no tienen la posibilidad económica. Si no tengo y no desarrollo información propia no me va permitir tomar una decisión adecuada. Entonces, corremos el riesgo de que la información que viene del Estado o de las empresas puede estar “interesada”. Pero esta instancia técnica debe estar financiada desde el Estado”.
Criterio parecido compartió Nelson Bartolo, Responsable Secretaría de Recursos Naturales, afirmando que “el proceso de consulta en la actualidad es distinto a la propuesta de Ley Marco de Consulta de la APG. No es que vienen y hacen reuniones y preguntas y esa es la consulta”. No es como en el TIPNIS donde va un representante del Ministerio y va preguntando y va validando. No es así. Para nosotros el proceso es distinto, tiene su metodología, tiene su presupuesto, tiene todo.
Finalmente, Milton Chacay sugiere que “se debe desvincular el derecho a la consulta con este otro derecho que tiene que ver con la compensación, indemnización y la servidumbre”.