Las familias del pueblo movima inician con éxito la recolección de cacao silvestre

Las familias del Territorio Indígena Movima (TIM), involucradas en el proyecto de cosecha y procesamiento del cacao silvestre, iniciaron con éxito la recolección de mazorcas en la isla Porvenir. El técnico movima Marcos Rivero estima que este año se superará la zafra de la gestión pasada.
A diferencia de otros cacaotales, los árboles en este punto de la amazonía muestran sus frutos tardíamente. Las tierras del pueblo movima están en el centro de las llanuras inundadizas del Beni, al noreste de Bolivia, entre las provincias Yacuma, Ballivián, Mamoré y Moxos. Mientras en lugares como Baures o San Ignacio de Moxos están finalizando la cosecha de cacao, en este punto del TIM todavía están a medio camino de la recolección que es el primer paso en el procesamiento del chocolate.
Cuatro familias de la comunidad Buen Día, en el Territorio Indígena Movima, participan del aprovechamiento de 60 hectáreas en la isla Porvenir, que está rodeada por una laguna del mismo nombre formada con las aguas del río Mamoré.
Hasta el momento hubo tres incursiones a la isla, y aún se debe realizar otras tres entradas. El técnico Rivero explica que “se trabaja cuatro días para poder sacar 100 kilos de baba de cacao, es decir la mazorca quebrada; en este momento hay más de 400 kilos (cosechados) en baba”.
La denominada baba es el mucílago, es decir una capa de fibra blanquecina, acuosa y viscosa que recubre cada semilla de cacao dentro de la mazorca. Esta especie de envoltorio es importante en la fase de fermentación del producto.
“Los técnicos también ayudamos con la mano de obra. En el día se trabaja de ocho de la mañana a una de la tarde. Almorzamos, descansamos, y otra vez ingresamos al monte hasta las seis de la tarde. Una persona logra cosechar cuatro bolsas por día, cada bolsa tiene 150 mazorcas”, explica Rivero.
Si la cosecha sigue al mismo ritmo, es probable que las familias tengan mejores resultados que el año pasado cuando se recolectaron 198 kilos. Ese rendimiento fue mucho menor al de la gestión 2021 que terminó con 735 kilos. Marcos Rivero observa que el escaso rendimiento del año pasado se debe a que “las plantas no estaban acostumbradas a la mano del hombre porque antes no se tocaban y parece que ahora se están adaptando”.
El producto de la cosecha entra directamente al beneficiado que se hace en Santa Ana de Yacuma. El proceso empieza con el quiebre de las mazorcas, sigue con la selección de semillas, posteriormente viene la fermentación y, para finalizar, el secado. Cada momento o fase tiene un protocolo para cumplir con condiciones técnicas de producción. Por último, se hace la pasta “sin nada de canela ni clavo de olor, solo es chocolate natural y silvestre”, aclara Rivero.
En el 2022, los recolectores movimas participaron por primera vez de la Feria del Cacao y Chocolate, organizada por el Gobierno Municipal de Alto Beni, en coordinación con la COPRACAO y otras instituciones. Esta actividad les permitió visibilizar frente a los potenciales compradores la existencia y calidad del cacao movima. En julio de 2022, participaron en la feria artesanal organizada por el Gobierno Municipal de Santa Ana del Yacuma, donde ofertaron granos secos y productos semitransformados como pastas de cacao y alimentos (postre) en base al cacao.
La producción de cacao silvestre tiene el objetivo de reducir la presión que existe sobre los recursos maderables del bosque, conservar la fauna y flora, y mejorar la gestión territorial y la calidad de vida de las comunidades del pueblo movima. Estas actividades en el TIM están enmarcadas en los proyectos “Fortalecimiento de la organización de recolectores y productores de cacao del Territorio Movima” y “Cuidado del bosque para la gestión territorial integral del pueblo movima”, que impulsa el Cejis y la Subcentral del Pueblo Indígena Movima (SPIM) con el financiamiento de Frimodt y Bosques del Mundo, respectivamente.