Ecuador decide prohibir la explotación petrolera y la minería en Yasuní y el Chocó


El pueblo de Ecuador emitió un voto histórico el pasado domingo 20 de agosto al decidir que Sí se debe prohibir la explotación petrolera y minera en el Yasuní y el Chocó andino, lo que implica proteger a las poblaciones indígenas que viven en las áreas deseadas por los inversores extractivistas y preservar la biodiversidad amazónica. En síntesis, la población ecuatoriana se decidió por defender los derechos humanos, territoriales y ambientales de las comunidades indígenas.
El referéndum fue promovido durante mucho tiempo por colectivos apartidarios formados por asociaciones civiles de defensa de los derechos humanos, derechos colectivos y derechos ambientales. Entre estas organizaciones está la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que ha defendido desde un principio el Yasuní como “el hogar de los Tagaeri, Taromenane y Dukagaeri, pueblos indígenas en aislamiento voluntario (que) el Estado ecuatoriano y las petroleras están destruyendo” al afectar su territorio ancestral.
Pobreza y pueblos no contactados
En este caso del Parque Nacional Yasuní, ubicado en la amazonía ecuatoriana, el colectivo Yasunidos promovió una campaña informativa de muchos años desbaratando los argumentos acerca de los beneficios del extractivismo petrolero.
Yasunidos afirma que el negocio y los ingresos del petróleo no han servido para sacar de la pobreza a la mayoría de los ecuatorianos. “Entre enero de 2007 y enero de 2013, en el gobierno de Rafael Correa se generaron ingresos petroleros por 51.497 millones de dólares que es mucho más que los 18.292 que se pretendía obtener del Yasuní, sin embargo con esta enorme cantidad el país no logró superar la pobreza. No es verdad cuando se argumenta que el ITT es el fin de las miserias del país. Y el dinero equivalente puede sacarse de otras partes sin violar Derechos Humanos y de la Naturaleza en Yasuní”.
Junto con la incomparable biodiversidad confirmada para el Yasuní, también existe otro rasgo importante de esta región: la presencia de pueblos no contactados. De hecho, el propio gobierno de Ecuador impulsó la iniciativa Yasuní ITT (2007-2013) para que el cuadrante Ishpingo, Tiputini y Tambococha sea intangible frente a la explotación petrolera debido a que ese territorio tiene presencia de los mencionados grupos humanos. La idea tenía el objetivo de obtener una compensación de la comunidad internacional por el petróleo no extraído, pero las negociaciones no prosperaron.
Con todo, la Constitución ecuatoriana prohíbe la explotación en territorio de pueblos no contactados: Art. 57.- “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio (…)”.
Minería metálica versus biodiversidad
En el caso de la minería en el Chocó, solo los electores de la región metropolitana de Quito fueron convocados a votar el 20 de agosto. El resultado del sufragio también mostró un rotundo Sí al veto a la minería metálica en esta zona boscosa declarada por la UNESCO como Reserva de la Biósfera, aunque ese resultado no implica expulsar a las actuales empresas que explotan la zona.
Según el colectivo Quito Sin Minería, “actualmente existen 12 concesiones mineras entregadas y otras 6 en trámite. Ni una sola de estas concesiones ha cumplido el requisito constitucional del art. 398 respecto a la consulta ambiental, por lo que la justicia ecuatoriana podría pararlas en un futuro cercano”.
La misma fuente informa que en el Chocó andino existen 150 especies de mamíferos, 90 especies de reptiles, 120 especies de anfibios, 640 especies de aves; y más de 3.000 especies de plantas, que representan el 12% de todas las plantas del Ecuador. Además “el Chocó Andino de Quito cuenta con un importantísimo patrimonio cultural, especialmente de los pueblos Yumbo, KituKara e Inca”.