Hace más de cuatro años, el pueblo movima identificó islas de cacao silvestre en su territorio y las incorporó en su Plan de Vida. Una de ellas es la isla Porvenir, ubicada en el río Mamoré, dentro del Territorio Indígena Movima, donde existen por lo menos 60 hectáreas de árboles de cacao que ninguna mano humana ha plantado.
Así empezó el proceso de aprovechamiento del cacao de este lugar. La isla, su fauna y su flora fueron objeto de estudio y análisis, para luego ser un área de conservación para esperar anualmente la producción de cacao silvestre. Todo este proceso fue liderado por la Subcentral de Pueblos Indígenas Movima (SPIM) y la Subcentral de Mujeres Indígenas Movima (SMIM), organizaciones que cobijaron la creación de la Organización de Productores y Recolectores de Cacao Movima (ORPCM), con la asesoría y el acompañamiento del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS).
Margoth Céspedes, responsable de la Oficina Regional de Trinidad del CEJIS, explica que a partir de la isla de cacao silvestre se fortaleció una dinámica de control y vigilancia del territorio para evitar actividades ilegales de cazadores, pescadores y madereros eventuales que entran sin permiso de los comunarios y de las autoridades a hacerse de los recursos naturales.
Hasta ahora las familias movimas se organizaron para aprovechar el cacao silvestre en todas sus fases, que implica la cosecha, el beneficiado, la transformación en chocolate y la comercialización.
Es una iniciativa que busca la soberanía territorial, y que se percibe desde la señalética en la zona: Prohibido Cazar. “Se ha sentado soberanía. No se están entrando (cazadores o madereros ilegales), aunque a veces hay resistencias; hay terceros que depredan animales, talan árboles. Eso se ha podido frenar, no en su totalidad, pero se ha protegido a la naturaleza”, dice María Luisa Vaca, presidenta de la SMIM.
Para la profesora Vaca, lo que hace falta es socializar más el proyecto entre las comunidades, una tarea compleja por la característica dispersa de las comunidades y de la falta de recursos para que las autoridades del territorio puedan difundir los resultados del aprovechamiento del cacao silvestre y de otras potencialidades existentes en el territorio.
La expansión
Ahora se planea ampliar la producción de cacao, bajo la marca de cacao silvestre, mediante el cultivo de esta especie dentro de los sistemas agroforestales sucesionales (SAFS) que producen una diversidad de alimentos, sin el uso del fuego e imitando al bosque en parcelas que a la vez combinan vegetación alta y baja.
Para ello, se cuenta con un vivero en Santa Ana de Yacuma, donde ya existen plantines de cacao que van a proveer y diversificar aún más los SAFS que funcionan en el territorio Movima.
Céspedes explica que las familias involucradas tanto en la producción del cacao silvestre como en los SAFS “tienen la voluntad y firmeza” para continuar con la experiencia agrícola.
La producción de cacao constituye una alternativa económica productiva para las familias Movimas. Por ello, se apuesta por una producción diversificada que les permita producir cacao en los SAFS, junto a otros productos como maíz, yuca, plátano y críticos. Se trata de todo un reto puesto que deberán esperar entre tres y cuatro años para tener los primeros frutos del preciado cacao. La expectativa de la gente es seguir sosteniendo los recursos del bosque en el marco de la Gestión Integral de los Territorios Indígenas, con apoyo del CEJIS, ahora que se han incorporado al trabajo sistemático y metódico que exige el beneficiado del cacao.
El pueblo movima cierra el año con dos logros que apuntan a recuperar y consolidar su territorio. La Subcentral del Pueblo Indígena Movima (SPIM) logró que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) reconociera oficialmente varias superficies de tierras fiscales y esta semana recibió los títulos de propiedad de 11 mil hectáreas que regresan a las comunidades. (más…)
Los corregidores del Territorio Indígena Multiétnico señalan al Tribunal Agroambiental, por admitir la demanda de un propietario privado que atenta contra las tierras colectivas, y exigen que las exconcesiones forestales sean tituladas a su favor, tal como lo ordena una sentencia agroambiental del año pasado. (más…)
Un total de 93 jóvenes indígenas de comunidades de la Amazonía norte y sur, la Chiquitanía y el Chaco de Bolivia unieron sus voces en un manifiesto que demanda inclusión, la gestión sostenible de sus territorios y los espacios de capacitación sobre derechos colectivos indígenas. La propuesta de 12 puntos es el resultado de dos jornadas en las que evaluaron los impactos del cambio climático, las amenazas y presiones en sus territorios y las respuestas que podrían paliar esas adversidades.(más…)
En dos jornadas intensas, más de un centenar de jóvenes mujeres y hombres de distintos territorios indígenas de tierras bajas se reunieron en la capital cruceña para evaluar su trabajo de monitorear las amenazas y presiones que sufren. Al finalizar el encuentro identificaron siete desafíos que enfrentan para mantener la integridad de sus territorios: el avasallamiento de sus tierras, la minería y los hidrocarburos, la construcción de carreteras, la ganadería, los problemas de límites, la deforestación y la nominación de áreas de reserva y conservación para proteger sus bienes comunes. (más…)
Los dirigentes de territorios indígenas de la Amazonía y la Chiquitanía esperan consolidar los títulos de propiedad, lograr la titulación de otras áreas que habitan y tener un mayor control de sus territorios en los próximos tres años. Es que “si no hay territorio, no hay autonomías”, dice el vicepresidente de la CPEMB, Ernesto Sánchez Meruvia.(más…)
Las familias del Territorio Indígena Movima (TIM), involucradas en el proyecto de cosecha y procesamiento del cacao silvestre, iniciaron con éxito la recolección de mazorcas en la isla Porvenir. El técnico movima Marcos Rivero estima que este año se superará la zafra de la gestión pasada.(más…)
El Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI) y el Territorio Indígena Movima, ambos en Beni, recibieron este viernes del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) seis títulos de propiedad que anexan seis predios a estos territorios. Las áreas fueron demandadas, incluso, desde la Primera Marcha Indígena por el Territorio y la Dignidad, de 1990. La devolución de estas áreas es considerada por los indígenas como un hito histórico, debido a que estos espacios forman parte de los territorios que ancestralmente ocuparon.
Una muestra del cacao silvestre recolectado por las y los indígenas del pueblo Movima, en Beni, se expone y participa en la tercera versión del Salón Cacao y Chocolate 2022, que comenzó en La Paz, entre el 25 y 29 de abril. En este encuentro, el cacao movima compite junto a otras 25 muestras de productores de los departamentos de La Paz, Beni, Santa Cruz, Cochabamba y Pando.
Para la presidenta de la Subcentral de Mujeres Indígenas Movima (SMIM), en el departamento del Beni, Yolanda Alvares, uno de los hechos que más llamó la atención durante el periodo de la pandemia, fue el retorno de los habitantes de algunas comunidades por la sensación de seguridad que esta les brinda, en especial a las que se encuentran en las riberas del río Mamoré.